Entretejer el pasado con el presente
Para celebrar los 75 años de historia, decidimos utilizar material de los archivos de Cathay Pacific; literalmente. Hemos reutilizado creativamente partes de aviones retirados para convertirlos en bolígrafos metálicos, tarjeteros y etiquetas de aviación para equipaje, y hemos rehilvanado cientos de uniformes de tripulación de cabina y cabina de mando para crear una gama exclusiva de artículos de edición limitada, todo ello con una conexión tangible con nuestro pasado.
El proceso comenzó hace varios años. Cuando se retira un avión, normalmente se desmontan las piezas y se venden al mercado secundario. Pero algunos aviones merecen la pena, como el B-HUJ, nuestro excepcional avión Boeing 747-400 sin precedentes. Hemos fundido partes del avión en bloques de aluminio, listos para ser reforjados.
“El Boeing 747 es la reina de los cielos. Es un icono de la época en que Cathay se internacionalizó y los viajes empezaron a ser muy populares entre la gente en Hong Kong”, afirma Jessica Lee, gerente de marca de Cathay. “Cuando operamos el último vuelo en 2016, sabíamos que era muy especial, así que decidimos guardarlo para una gran ocasión”.
Ahora que ha llegado la ocasión, para el 75.º aniversario de Cathay, celebramos 75 años acercando a las personas. Esta ha sido la oportunidad de crear algo especial: una edición limitada de tan solo 435 juegos de tarjeteros y bolígrafos, inspirados en la forma del 747-400.
“Para los admiradores de la aviación, es muy importante ser dueños de una pieza del avión”, afirma Lee.
“Y un tarjetero representa un momento en el que se conoce a alguien. Con estos tarjeteros nos imaginamos a la gente preguntándose de dónde procede. Se convierte en una forma de empezar una conversación”.
Teníamos bloques de aluminio, pero el verdadero desafío era encontrar una fábrica que estuviese dispuesta y fuese capaz de reforjar el metal del avión para una colección especial.
Lee explica: “Muchas de las fábricas tradicionales trabajan con aluminio nuevo en bruto, por eso, era muy difícil encontrar una fábrica que estuviese dispuesta a crear un molde basado en nuestras pequeñas cantidades. Pero, realmente, queríamos hacer de este artículo un producto muy especial, muy artesanal y de edición muy limitada, solo un centenar de piezas”.
Finalmente, encontramos un socio y el proceso de diseño comenzó en serio.
“Hicimos muchos prototipos 3D con plásticos, molde tras molde. Por ejemplo, el peso del bolígrafo cambiaba continuamente: queríamos que los materiales compuestos de un extremo del bolígrafo fueran un poco más pesados, para que estuviera mejor equilibrado. También pensamos detalladamente en la forma, para que pareciese la parte delantera del avión”, explica Lee.
Sin embargo, el plástico es completamente diferente al metal. Una vez que el equipo probó los diseños en aluminio, surgieron más retos.
“La mecánica de la lámina del tarjetero era completamente diferente a la del metal. No era fácil poner dos superficies metálicas juntas y deslizarlas hacia delante y hacia atrás”, explica Lee. “Al mismo tiempo, no queríamos pulverizarlo y hacerlo todo brillante como si fuera un producto nuevo y estándar; queríamos mantener esa crudeza de las pequeñas marcas, una burbuja o un rasguño”.
“No todos los días te pones manos a la obra con el aluminio de un avión, por lo que fue una experiencia única, desde trabajar con el material hasta sacar ideas de productos que vayan a hacer eco entre los consumidores”, afirma Bjorn Fjelddahl, fundador de la firma de diseño y marca Ocho Partnership, que trabajó en las colecciones.
Se necesitó mucho esfuerzo y mucho tiempo, pero los resultados finales son piezas inmaculadamente elaboradas que son tan bonitas como funcionales; la colección perfecta para los amantes de la aviación.
En honor a nuestro 75.º aniversario, también hemos creado una gama de elegantes accesorios de estilo de vida mediante el reciclaje creativo de cientos de uniformes de los miembros de la tripulación de cabina y de cabina de mandos convertidos en ositos de peluche, bolsitos, cojines y bolsas.
Para hacerlo realidad, nos hemos unido a la marca de estilo de vida G.O.D. de Hong Kong, que celebra este año su 25.º aniversario.
“Nos sentíamos seguros de la experiencia de G.O.D., sus conocimientos, y que podrían aportar su punto de vista en cuanto a diseño elegante”, afirma Lee.
“Queríamos que diese la sensación de ser muy elaborada, única y también muy Cathay”, añade. De ahí, el exclusivo diseño a retales que se utiliza en la gama, creado a partir de los diferentes uniformes. “Tiene corbatas de seda; tiene negro, diferentes tonos de rojo; y después una blusa blanca con un estampado del ala pincelada. Es bastante emblemático, da buen gusto a los uniformes, tiene un aspecto estético excelente en nuestra marca, y también es algo que representa a G.O.D.”
“Sin duda fue un desafío combinar todos los colores, tejidos y detalles de una manera que no pareciera elaborada”, afirma Douglas Young, cofundador y director general de G.O.D. “También fue algo nuevo para los fabricantes; cada artículo tiene un patrón único que requiere una cuidadosa selección de tejidos. También queríamos asegurarnos de que usábamos la mayor cantidad de material posible, ya que sería una pena desperdiciar cualquier material, por lo que utilizamos los recortes para hacer elegantes correas tejidas para las bolsas, por ejemplo”.
Desde cojines hasta peluches, desde bolsas hasta bolsos, los diseños seguro que serán un éxito. “Creo que estos artículos serán muy populares entre mucha gente en Hong Kong, cualquiera que sea amante de la marca, que haya visto este emblemático color rojo en la tripulación de cabina”, afirma Jessica Lee. “Es algo muy personal para ellos y ahora pueden disfrutar de tener una parte de esta tela que ha viajado por el mundo”.